miércoles, 15 de diciembre de 2010

Los animales y las fiestas


Cuando uno usa pirotecnia los perros, gatos, caballos, etc tienen:
Palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria -intente dejar de respirar por un minuto y vea los resultados- náuseas, aturdimiento, sensación de irrealidad, pérdida del control, miedo a morir.
Estas alteraciones provocan en la conducta animal intentos de escapar descontroladamente, incentivado por el estado de pánico, durando varios minutos y en los casos severos varían desde una a varias horas, dependiendo el tiempo que dure el estímulo provocado por el ruido.
Las reacciones suaves o de baja intensidad incluyen deambulación, temblor, encogimiento, inapetencia, intensos deseo de ingerir agua, deseo de estar en permanente contacto con el propietario.
Las reacciones más graves o de alta intensidad provocan gemidos, intensa salivación o babeo, jadeos prolongados y muy fuertes, eliminación y/o retención de heces u orina, correr en forma desenfrenada sin rumbo.
Como última consideración es bueno recordar que el 15 de Octubre de 1978 la UNESCO promulgó la “Declaración Universal de los Derechos del Animal”, donde en un párrafo del Preámbulo dice “que la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los animales”.

Entonces, ahora que sabemos actuemos en consecuencia.
Si tiene un animal como compañía o si no lo tiene pero respeta la vida piense antes de comprar pirotecnia.

Hay muchas maneras de festejar las Fiestas sin lastimar a los demás.

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